ENTREVISTA CON EL VAMPIRO
Lestat de Lioncourt (Tom Cruise) es un vampiro de aspecto juvenil, que a lo largo de los tiempos va sumando víctimas. A algunas de estas, las que son de su agrado, les concede el don de la inmortalidad. Así, a finales del siglo XVIII, se cruza en su camino Louis de Pointe du Lac (Brad Pitt), un hombre atormentado.....
Así empieza una de las películas mas extraordinaria de todos los tiempos, tanto comercialmente como por tu temática. Neil Jordan, su director nos entrega un regalo de dioses con un más que digno relato sacado de la novela de Anne Rice. Una historia narrada como pocos trabajos pueden presumir. De larga duración, con un planteamiento mas que sobresaliente y un desenlace sorprendente. Un hito cinematográficamente hablando. Marco una época por los años 90 en lo que se refiere al género vampirico, con permiso del Drácula de F.Ford Coppola dos años atrás. Luego vendrían nuevas adaptaciones de este mismo personaje pero fallidas una a una consecutivamente. Con un reparto espectacular donde todos dan lo mejor de sí mismos. Mencionar a un Banderas que venía pisando fuerte hasta la fecha en papeles secundarios. Brad Pitt y Tom Cruise, jóvenes y espectaculares en sus tareas. Y la sorpresa.... Kirsten Dunst dotando su interpretación de una gran sensibilidad y dulzura. Entrevista con e vampiro es muy notable en todos sus aspectos y fantástica novela traspasada a la gran pantalla. Al margen del libro, esta película será recordada como una de las mejores obras de culto del cine de género de los últimos años, hasta que llegó los vampiros parecían estar anclados en serie b. Nos describe la película a unos seres tan atractivos como aterradores y sorprendentemente humanos como representa el personaje de Brad Pitt, yo no recuerdo muchas películas que nos cuenten el día a día de unos seres tan fascinantes. Aparte de beneficiarse de un reparto sin fisuras la película tiene todos los elementos que una superproducción debería de tener: una fotografía portentosa, una música que tiene su momento álgido con la versión de los Guns and Roses con la canción de los Stones, un director que casi siempre había realizado buenas películas como EN COMPAÑÍA DE LOBOS y sobre todo con una historia que engancha, que nos hace entender el don y la maldición de vagar por el mundo alimentándose de otros y que tiene como espejo la secuencia del enfrentamiento entre Cruise y Brad Pitt. En resumen una pieza clave del cine vampírico... !!!Qué gran año 1994!!!... Las musas hicieron bien su trabajo.
Genial e inconmensurable atmósfera en este filme que hace gala de una genial ambigüedad al provocar terror y repulsión a la par que una fortísima atracción casi hipnótica, que llega al máximo con el personaje de Lestat, seductor donde los haya. Jamás vi en la gran pantalla un personaje que inspirase tanto amor y a la vez tanto odio y eso es cosa de Tom Cruise, sin duda el papel de su carrera. Y es que, hasta la novia de spiderman hace el papel de su vida, interpretando a la perfección a una mujer encerrada en el cuerpo de una niña. Mucha gente no estará de acuerdo conmigo, pero al único al que no veo exprimiendo todo su potencial es a Brad Pitt, hace un gran papel, es cierto, pero me quedo con la sensación de que me podía haber dado mucho más. En cuanto a Banderas, su papel queda corto, 15 minutos más de película ahondando más en su personaje no hubiesen venido nada mal, sin embargo, en el poco tiempo que le dan, logra transmitir ese sentimiento de soledad e incomprensión mezclado con un poco de locura y obsesión y a la vez cubierto todo de una dulce y finísima capa de amor. La historia es preciosa y terrorífica, cautivadora y subyugante, pero ante todo seductora, los personajes son lo mejor del filme, y esa forma de moverse, esa parsimonia cargada hasta los topes de elegancia, la sutilidad de sus movimientos... es una paradoja en sí, que tanta pena y tanto dolor creen tantísima atracción, resulta inevitable no moverse al compás de sus palabras destiladas de amor, pero inmersas en la ternura y sazonadas con una niebla tan tétrica y profunda que la convierte en una auténtica obra de seducción. Ambientación de lujo, el recorrido por las distintas épocas es sencillamente sublime, la caracterización de los personajes es obra de un pintor renacentista, así como la fotografía. La banda sonora encaja perfectamente con la ambientación, resulta exquisito contemplar una obra de arte visual acompañada de melodías tan sugerentes que sumergen al espectador en ese pozo sin fondo de sensaciones que constituye la película. Es una de las grandes culpables de la perfección de este film, es brillante, y ha sido manejada como sólo los genios saben. Una de las grandes obras maestras de la historia del cine, una lección de buen cine. Allá donde indagues sólo encontrarás maestría y buen hacer, y es que el film no falla en ningún aspecto, transcurre ágil y rápido, todo está perfectamente explicado, no deja ningún vacío por el camino, se hace sumamente corta y deja con ganas de más, y es que el final no hace más que ponerle la guinda a un pastel que hay que digerir con sumo cuidado.. Quizás la película de vampiros más seria que se ha realizado en la historia del cine, pues mientras que las otras solo nos muestran el miedo y el horror, esta se sumerge en los pensamientos de los vampiros, en su capacidad de amar, de odiar y de desaparecer del mundo cotidiano y diurno. Un estudio romántico e increíble de lo que pensaría y sentiría un vampiro si realmente existieran. Brad Pitt y Tom Cruise realizan una interpretación soberbia, y notable en el caso de Antonio Banderas. En cuanto a Kirsten Dunst, esta arrebatadora en el papel de su vida (a pesar de su tierna edad). Nadie más que ella podría ser ese personaje tan complicado y enigmático... convirtió a "Claudia" en la mejor que podía ser. La fotografía es magistral, dejándonos varias estampas para el recuerdo. Para ver una y otra vez. Lo mejor: Todo lo dicho Lo peor: ¿Que es lo peor de una obra maestra?.
Impresionante
película, verdaderamente fantástica. Aquí los vampiros no son terroríficos, sino
que despiertan glamour y elegancia a pesar de sus actos crueles contra la
humanidad. Las relaciones entre los personajes, la amistad y amor entre ellos,
los problemas a los que se enfrenta un vampiro viejo y también los de un recién
llegado. Los sentimientos de alguien con el don de la inmortalidad que debe ver
el paso del tiempo, llegando a hacer cosas que desprecia con tal de sobrevivir.
Todo narrado con elegancia y estilo, consiguiendo entretener en todo momento.
Una historia del nivel de la novela de Drácula, pero narrada desde otro ángulo
completamente distinto, observando su vida no como enemigo, sino como un ser con
el que puedes empatizar, por lo cual no compite con la genialidad de Stoker,
sino que la complementa al ser un añadido completamente nuevo. En fin, obra
imprescindible para todos. El vampiro es el “monstruo” que mejor ha sabido
adaptarse a los nuevos tiempos, a la llamada sociedad post-industrial y del
ocio; bastante más atrás han quedado frankenstein, el hombre lobo, la momia,
etc. El vampiro pasó de satisfacer nuestras ganas de pasar miedo a ser una
criatura sensual y filosóficamente estimulante, respuesta de nuestros deseos y
de un creciente individualismo, es una criatura que puede pasar por humana y con
la que soñamos ponernos en su piel. A ello ayudó enormemente la humanización del
mito del vampiro a través de novelas como “Entrevista con el vampiro” de Anne
Rice. En el cine "Jóvenes Ocultos" de los 80, fue una punta de lanza de esta
tendencia. El mito de Drácula se vería inevitablemente afectado por esta
corriente en la adaptación que hizo Coppola.
Como detalle, mención especial a
la magnífica banda sonora de Elliot Goldenthal, si bien a veces parece copiarse
a sí mismo de una película a otra, es parte del mérito de uno de los últimos
compositores que ha sabido crearse su estilo inconfundible.Una
soberbia adaptación del libro, cuenta con personajes que supieron representar
sus papeles con curiosa sobriedad: Cruise que, junto con Ojos bien cerrados,
establece un papel para recordar. Cuando uno deja de ver Entrevista, el primer
recuerdo es la imagen terrible y tortuosa de Lestat. Luego vienen Pitt y Dunst y
Banderas; los tres están geniales. Por si fuera poco, las frases del libro se
respetan, lo cual hace que la obra adquiera tonos poéticos que la elevan por
sobre su visionado más comercial.
Aunque la tendencia a humanizar
al vampiro viene de lejos, esos ramalazos de humanidad nunca ocultaban la
monstruosidad de ese ser como sucede, por ejemplo, en "Drácula". Sin embargo,
fue precisamente esta "Entrevista con el vampiro" la que definitivamente inició
la senda sin retorno la desmitificación del vampiro, de su humanización llegando
a extremos naifs como la saga de Crepúsculo. Los muertos siempre han sido unos
de los seres más terroríficos de la historia y la verdad es que no entiendo la
insistencia por hacer de ellos unas buenas personas. Me temo que todo esto
responde al igualitarismo a toda costa que nos rodea hasta el punto de que el
monstruo parece sospechoso de ser víctima de una discriminación, por no
aceptarse su modo ser. Aún así, lo peor de todo este intento es la demolición de
la figura. Un vampiro al que no le asusta un crucifijo ¿qué es? De este modo se
les quitan rasgos tradicionales y se les añaden otros a conveniencia del autor
de turno como si un ser fantástico aceptara cualquier cosa que le cuelguen como
si estas fueran fruto del azar y no de una lógica, una simbología o una
naturaleza, en este caso, demoníaca. Tanto
se humaniza a nuestros héroes que sólo nos falta verlos en el diván del
psiquiatra explicando sus problemas a la hora de alimentarse. A alguno esto le
parecerá brillante pero a mi, salvo en forma de sátira, me resultaría un
sinsentido mayúsculo. A ver si nos enteramos. La persona cuando se vuelve
vampiro deja de ser ella y se convierte en otra cosa. Por ese motivo en la
tradición clásica no duda en atacar a sus parientes más cercanos, es más, son
sus primeras víctimas. En la misma "Drácula" de Coppola se puede apreciar esa
constante. Sin embargo, los protagonistas de "Entrevista con el vampiro" se
negarían en redondo a dañar a cualquier conocido, salvo si eres malvado, como
Lestat. Dicho lo cual, yo siento miedo, repugnancia o incluso pena ante los
no-muertos pero nunca admiración o deseos de emularlos por más que nos insistan
en las ventajas de ese estado vital. Será porqué sigo pensando que estos seres
no dejan de ser diabólicos cosa que aquí se escabulle como en las largas
explicaciones de Armand (Antonio Banderas). De hecho, sobre todo esto es de
puntillas por más que se lo pregunte Louis.
Neil Jordan nos
presenta una espectacular superproducción en la que los vampiros no son sólo
seres demoníacos que se dedican a chuparle la sangre a la gente como habíamos
visto hasta entonces sino que tienen sus dudas filosóficas y no paran de
preguntarse “¿quiénes somos y de dónde venimos?”. O sea, exactamente igual que
los humanos pero sin envejecer, y siendo elegantes, refinados, atractivos y
seductores. Todo el diseño de producción es simplemente magistral, la fotografía
buenísima, la música perfecta para cada segundo del metraje, el vestuario te
deja con la boca abierta en cada escena, y sobre todo, la cinta tiene los que
posiblemente sean los mejores decorados de cine de los 90, de esos que ya no se
hacen. En conjunto se crea una atmósfera genial que le va como un guante a la
historia que nos quieren contar. con una ambientación perfecta en todas las
épocas históricas por las que va pasando la película. Brad Pitt y sobre todo Tom
Cruise bordan sus papeles. El guión da vueltas continuamente a las
preocupaciones existenciales de unos vampiros decadentes, que se preguntan qué
son, quién les ha hecho así y por qué. La naturaleza del vampiro y su origen
están siempre sobrevolando todo el metraje de la película y acaban justificando
su naturaleza asesina con frases como la que da título a esta crítica. Además el
guión juega continuamente con una atmósfera gay entre los protagonistas, el
erotismo está siempre presente y es ese deseo el motor de sus
comportamientos. “Entrevista con el vampiro” no es agradable de ver…. Sangre y
más sangre, ataúdes, gritos de “no quiero morir”, personajes mordiendo ratas
vivas…¿pero qué esperas en una película de vampiros?. En su día hubo gente que
se mareó en los cines, adolescentes vomitando, digestiones de palomitas
arruinadas y sobre todo fue muy sonado el hecho de que Oprah Winfrey saliera de
la première de la película incapaz de soportarlo.
A la película le
cayeron en su estreno críticas por todas partes, desde acusaciones de pedofilia
hasta el haberse cargado el libro. También tuvieron mucho eco en su día las
movidas del rodaje: actores escondidos para mantener en secreto su
caracterización, Cruise eliminando del guión las buenas frases de Pitt para que
no le hiciera sombra, Pitt queriendo abandonar el rodaje y no pudiendo hacerlo
porque le obligaba el contrato, River Phoenix muerto de un cóctel de drogas a
pocas semanas de empezar el rodaje y teniendo que ser sustituido a toda prisa
por Slater, o las bofetadas entre cientos de actores para interpretar a Lestat,
sonaron desde Sting hasta Daniel Day Lewis, pasando por Johnny Depp o el propio
Antonio Banderas. Incluso se barajó la posibilidad de que el personaje de Louis
fuera mujer y lo hiciera Cher. ….En definitiva, y a pesar de todas las
peripecias del rodaje y las críticas de su estreno, es una espectacular
adaptación, con una soberbia puesta en escena y llena de imágenes de gran
fuerza. El director Neil
Jordan pertenece a esa clase de cineastas que, han labrado una
buena carrera, con películas originales y estupendas, con algún que otro
"blockbuster" entre medias. Son los típicos artesanos de toda la vida, los que
nunca serán considerados como genios, pero a los que rara vez se les verá hacer
una malísima película. Neil Jordan, de actualidad ahora mismo gracias a la
película "La extraña que hay en tí", cumple 100% estos requisitos. El irlandés
ha rodado pequeñas joyas como "En compañía de lobos", "Juego de lágrimas" o
"Mona Lisa", y grandes y magníficas películas como "Michael Collins" o
"Entrevista con el vampiro". En el caso de la película que nos ocupa, el
director, junto con un buen guión, retoma el viejo tema de los vampiros. En este
caso, el material literario era de gran altura (la historia que el vampiro Louis
le va contando al periodista Christian Slater), y Jordan no se achantó, y
consiguió una tenebrosa, gótica y apabullante película que aúna a la perfección
el terror y el drama; el terror que provocan los vampiros y el drama que
conlleva el convertirse en uno de ellos. Tom Cruise y Brad Pitt, lo bordan
encarnando a la pareja de vampiros Lestat de Lioncourt y Louis de Pointe,
mientras que Antonio Banderas intenta merendarse a Pitt en las escenas que
comparten juntos, pero sin conseguirlo. Tampoco falta, por supuesto, el
inevitable papel del gran actor Stephen Rea, habitual del director durante casi
toda su carrera. La película reflexiona sobre el drama de ser inmortal y de
tener que matar para seguir siéndolo, y es el personaje de Brad Pitt el que
soporta la carga de ese dilema. Una gran película de terror fantástico,
infravalorada en su día, pero que demuestra que se pueden rodar
superproducciones con estrellas, y dotarlas de inteligencia y buen gusto. Está
película es sobrenatural y no precisamente porque trate de vampiros. Es
sobrenatural porque la actuación de Cruise es sobrenatural , porque la
fotografía y el guión son sobrenaturales, porque la música y los escenarios
escapan a la lógica de la comprensión humana. Esta película es un exceso tan
bien orquestado que parece fluir tan naturalmente como la sangre de una herida.
Hay tanto talento detrás de cada escena que no sorprende que se fuera de vacío
el año que se estrenó o que con el tiempo haya llegado a ser una obra de culto.
Películas con la delicadeza , la inteligencia y la carga metafísica de la que se
vale la película de Jordan cuesta hacerlas y más aun verlas.
La película
constituye un film distinto del bastante fértil mito vampírico,
en la que prima la psicología del vampiro, frente a lo más habitual que es
una narración lineal de hechos: vampiro mata gente, gente caza al vampiro. Ese
interés por profundizar en la psique del "no muerto" está representada en el
personaje de Louis de Pointe du Lac......quien desde su renacimiento como
vampiro en 1791 estará obsesionado por hallar la razón, el por qué de su vida,
aunque su periplo de dos siglos resulte infructuoso. Por otra parte tenemos a
Lestat de Lioncourt, un vampiro "vividor" que no busca respuestas porque no
tiene preguntas, simplemente se dedica a disfrutar de su existencia. Todo se
complicará cuando ambos llegan al acuerdo de vampirizar a Claudia, una niña que
se verá condenada a serlo eternamente, por el egoísmo de sus "creadores"; esto
destruirá la ya débil relación entre Louis y Lestat, lo que provocará la marcha
a París del primero, acompañado de la pequeña vampira. Allí conocerá nuevos
vampiros, reunidos en el exótico tinglado dirigido por Armand, a la sazón el más
antiguo vampiro del mundo, pero este nuevo personaje tampoco ayudará al
protagonista a escapar de su desdicha. La historia es cíclica, y acabará en
nuestros días, con Louis contando sus vivencias al periodista Daniel Malloy.
Si yo dirigiera una escuela de cine, cogería esta película para explicar los elementos básicos del cine. Alguien que quiere hacer cine ha de tener una cierta cultura, de manera que sea capaz de leer y de reconocer en una buena novela la posibilidad una gran película. Después entraría a analizar lo que es y lo que representa un guión en el cine, y en esta película explicaría los distintos tipos de guión que pueden existir, y en concreto me explayaría con lo que debe ser una buena adaptación. Y los trucos del guión, tan mal utilizados a veces, que en este caso no solo utiliza el método de entrevista a un protagonista para relatar una historia, sino que se permite introducir al entrevistador en la historia. Hablaría de los diferentes registros que puede tener un actor, o una actriz, que tienen que llevar a la imagen de la pantalla los sentimientos de unos personajes. Y sobre todo hablaría de la dirección, de cómo una persona tiene que estar al tanto de todo lo que representa una película para que no se le vaya de las manos. Y de la fotografía, en especial de la dificultad de fotografiar la noche. Y de la música, de cómo acompaña, subraya o se hace protagonista, según el interés de la escena. Y del tiempo, pasado, presente y hasta futuro en una misma historia en la que el espectador es conducido sin que para nada se sienta desorientado en el cuando ni en el donde. Y el amor, ese sentimiento que siempre está en nosotros. Aquí se trata del amor a uno mismo, del amor al otro, y todos bellos hasta que aflora la maldad del amor.
|