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INDOCHINA
Uno de los grandes temas del cine francés es Indochina, la gran colonia oriental, exótica, con una gran riqueza de caucho, los colonos, los indígenas, las extrañas costumbres, el clima tropical, la sensualidad. Pero también las complejas relaciones entre unos y otros, los grandes problemas políticos que acarrean, la guerra y finalmente la independencia firmada en Ginebra tras duros años de sufrimiento. Un tema de gran interés cinematográfico por todo lo que encierra de noveles o, aventura, exotismo, pero en buena parte frustrado durante muchos años. Primero, por problemas de censura, y más tarde, por los altos presupuestos y la complejidad que supone el rodaje, en un lugar tan lejano, de historias que siempre encierran todo tipo de complicaciones. Indochina es, tras una larga serie de irregulares intentos parciales, la gran producción francesa que trata el tema con la amplitud, la riqueza, el cuidado, la delicadeza, la verdad y la belleza que merece. Es una gran película novelesca, como hace tiempo que no se rodaban, una superproducción realizada pon cuidado y sabiduría, que encierra gran cantidad de hechos y personajes dentro de una eficaz estructura. liane Devries, una francesa nacida en Indochina, que con la ayuda de su padre administra una gran plantación de árboles de caucho, una mujer fría, calculadora, que sabe muy bien qué quiere, es el eje de la historia. Tanto porque a su alrededor se mueven personajes y se desarrollan situaciones como porque es la narradora. Este gran papel permite a una excelente Catherine Deneuve hacer una de las mejores interpretaciones de su larga carrera, vivir y narrar con su bellísima voz la historia de la Princesa Roja al hijo de ésta, a su casi nieto. Indochina es un regio melodrama, la historia de una madre y una hija que se enamoran de un apuesto oficial de la Marina francesa. Es una apasionada historia de amor donde una mujer deja todo lo que tiene para ir a buscar al hombre a quien ama a su lejano exilio. Es la descripción de la vida en una rica colonia exótica durante los años treinta. Y desde otro punto de vista también es la historia de un pueblo que sufre una invasión, de cómo el partido comunista consigue liberar su país y alcanzar la independencia, así nace la leyenda de la Princesa Roja.
A pesar de su irregular experiencia, y una larga trayectoria como ayudante de dirección y sólo dos largometrajes como director, Régis Wargnier logra realizar con Indochina una difícil, buena y compleja película. Tanto por los problemas que implican las superproducciones, con sus dos horas y media largas de duración, la gran cantidad de elementos puestos entre sus manos, como por la complejidad y el dramatismo de la historia narrada. Dentro de la armonía del conjunto destaca el trabajo del productor, Eric Heumann, que ha sabido agrupar los múltiples elementos necesarios para conseguir el resultado adecuado; el director de fotografía, François Catoriné, que con su trabajo realza el atractivo de actores y paisajes, y, sobre todo, el reparto, desde una in olvidable Catherine Deneuve hasta la debutante Linh Dam Pham, una joven de una gran belleza pero también una gran actriz que sabe dotar de vida interior a la Princesa Roja. Así como Jean Yeanne en el jefe de policía de la colonia con un buen olfato para anticiparse a los acontecimientos políticos, y Vincent Pérez, el atormentado oficial de la Marina francesa que desencadena la historia. El tercer largometraje de Régis Wargnier aumentó de escala de manera desorbitada a sus anteriores producciones entrando en la liga de los grandes relatos de época para contar una historia desarrollada en Indochina desde los años 30 a los 50 del siglo XX. Es decir, la época del colonialismo francés y el comienzo del movimiento nacionalista vietnamita. Todo ello visto a través de los privilegiados ojos de Éliane Devries (perfecta apropiación del personaje por parte de Catherine Deneuve), propietaria de una plantación que además es la madre adoptiva de una niña vietnamita, Camille. Cuando crece, su intermitente relación con un oficial de la marina francesa se complica a lo largo de los años, mientras ella intenta huir de sus lazos familiares, termina convirtiéndose en una heroína comunista.
El fresco de la Indochina colonial pintado por Wargnier es tan vistoso y espectacular como cabe esperar de una gran superproducción europea. La densidad de la película río sufre las derivaciones de interés habituales en relatos tan dilatados que, en realidad, parecen más pendientes del ambiente histórico, cultural y paisajístico que rodea a los personajes que de sus emociones, pero el hilo conductor del personaje de Deneuve es una acertada solución con la que es fácil implicarse. Hasta el punto de que puede haber creado una de las figuras icónicas de su carrera, observadora impotente ante el curso de la Historia, como demostraron muchos años después Joana Hadjithomas y Khalil Joreige en 'Je veux voir'. Tras el manifiesto de un centenar de artistas e intelectuales francesas, las críticas no se hicieron esperar. Ante la oposición de las firmantes a movimientos contra el acoso sexual desatado tras el caso Weinstein, como las iniciativas: MeToo o BalanceTonPorc en el país galo, el texto publicado en Le Monde desató polémicas. Entre las que suscriben este texto, que habla de “puritanismo sexual” o el “derecho a importunar”, están mujeres de renombre como Joëlle Losfeld, Catherine Millet, Ingrid Caven, Stéphanie Blake, Brigitte Sy, Gloria Friedmann o Catherine Deneuve, quizá la más destacada de este grupo. De hecho, ha sido a Deneuve a quien dirigieron el mayor número de críticas, por ser cabeza del manifiesto.
TODO SOBRE CATHERINE DENEUVE
Ya había levantado polémica con su apoyo a Roman Polanski ante la acusación de haber acosado el director a una niña de 10 años. Imagen que, desde luego, contrasta con el manifiesto de las 343 prostitutas que firmaron en 1971 junto a ilustres de la talla de Simone de Beauvoir, Agnès Varda, Delphine Seyrig o Margarite Duras a favor del aborto. Ya en aquellos años, la actriz francesa gozaba de prestigio. Pero hoy día, más allá de sus opiniones, Catherine Deneuve es historia viva del cine y la actriz francesa más importante del mundo. Tiene en su haber legendarias participaciones con algunos de los realizadores más destacados de la historia del celuloide, pasando, entre otros, por Truffaut, Buñuel, Jean-Pierre Melville, Jacques Demy o la propia Agnès Varda, siendo musa de la vanguardia cinematográfica durante los años sesenta y setenta. Catherine, que no siempre se apellidó Deneuve, nació en el seno de una familia de actores. Comenzó su carrera interpretativa en ‘Le collégiennes’, de André Hunebelle, con tan sólo 14 años, bajo el apellido de su padre, Dorléac. Acuñó el apellido materno y comenzó a aparecer en películas como como ‘Les Portes claquent’, ‘L'homme à femmes’, ‘Et Satan conduit le bal’ o ‘Le Vice et la Vertu’. Será con ‘Los paraguas de Cherburgo' donde Deneuve destcaria mas en el plano internacional. La película de Jacques Demy fue la gran triunfadora en el Festival de Cannes, donde se alzó con la Palma de Oro, y el premio OCIC Award. En los paaguas, Deneuve interpreta a Geneviève, papel no sólo destacado por su interpretación, sino también por su voz: La película era un musical al estilo del cine francés, basado en la época y en la que las canciones se intercalaban.
Su siguiente gran papel será el de Carol, protagonista de ‘Repulsión’. En la película de Polanski vemos a una Catherine Deneuve que brilla en pantalla como diva y mito erótico en una interpretación memorable. Llama especialmente la atención la dicotomía entre atracción y repulsión sexual desarrollada durante todo el metraje, que le valdrá su participación en una de las películas más importantes de la historia del celuloide: ‘Belle de Jour’. De la actriz, decía Luís Buñuel que era “bella como la muerte, seductora como el pecado y fría como la virtud”. Y esta frase podría definir a la perfección su papel en ‘Belle de Jour’, una de las cintas más destacadas de la filmografía del director aragonés. En ella, se intensifica la contradicción sexual de la que ya había hecho gala en ‘Repulsión’, en el papel de una joven burguesa que es prostituta por las noches. La brillante actuación de Deneuve no lo es tanto por florituras interpretativas, sino por lo compungido e incluso hierático de su expresividad. Este es un papel sutil, elegante y lleno de subtexto que realza, más si cabe, la legendaria película, ganadora del León de Oro. En 1969, actuará por primera vez para François Truffaut en ‘La sirena del Mississipi’, y un año más tarde, Jacques Demy le dará el papel protagonista de ‘La piel de asno’, basada en el cuento de Charles Perrault. Buñuel volverá a contar con la actriz francesa para otra obra mítica, esta vez del cine español: ‘Tristana’. La segunda vuelta a España del director tras la polémica ‘Viridiana’ fue su última participación en la industria española. Esta vez, Deneuve interpreta al personaje de Benito Pérez Galdós que recreó Buñuel en pantalla, y que refleja una evidente reivindicación del papel de la mujer en la sociedad ante el papel dominador del hombre -ese don Juan venido a menos al que da vida el soberbio Fernando Rey-. El erotismo sigue siendo clave en ‘Tristana’, pero también cobra fuerza la evolución de la joven, que demuestra, una vez más, el portento interpretativo a través de lo sutil que Deneuve domina pasando de la inocencia a la frialdad.
En 1972, Jean-Pierre Melville contará con ella para ‘Crónica negra’, clásico del noir francés. Deneuve y Fernando Rey volverá a encontrarse en ‘La mujer de las botas rojas’, esta vez con Juan Luis Buñuel (hijo). Ese mismo año también protagonizará ‘La gran burguesía’, su primera incursión en el cine italiano, donde aparecerá en ‘La caseta de risa’, ‘Alma perdida’ o ‘Esperemos que sea mujer’. De nuevo Truffaut llamará a Catherine Deneuve, esta vez para una de sus interpretaciones más exitosas. En 1980 coprotagoniza ‘El último metro’ junto a Gérard Depardieu, una bella historia sobre nazismo y teatro que le valdría su primer premio César a la mejor interpretación femenina. En la película, interpreta a Marion Steiner, la mujer de un empresario teatral judío que desaparece y le deja a cargo de sacar adelante el negocio. A diferencia de sus papeles con Buñuel, Deneuve aquí hace gala de su capacidad interpretativa, pasando a la antítesis de ‘Belle de jour’ y ‘Tristana’: de la frialdad y la sutilidad, la actriz sorprende con un giro de 180 grados, mostrando en su personaje proximidad y pasión. Sin olvidar su vuelta al cine británico con ‘El ansia’, compartiendo cartel con David Bowie en un elegante y erótico retrato vampírico, Catherine Deneuve retoma con fuerza su interpretación más sentida y vulnerable en ‘El lugar del crimen’, con un cálido papel como Lili Ravenel. Ya en los noventa, participará en el documental de Àgnes Varda ‘Les demmoiselles ont eu 25 ans’, conmemoración de la película ‘Las señoritas de Rochefort’ que la actriz protagonizó en 1967.
Otro de sus grandes papeles es el que realiza en ‘Indochina’, que le valió una nominación al Óscar, así como su segundo premio César. Asentada en interpretaciones mucho más pasionales y cercanas al espectador, Deneuve deleita y muestra su saber hacer en una de sus actuaciones más brillantes, esta vez en una historia romántica con la situación de la Indochina francesa anterior a la segunda guerra mundial de fondo. Pero abarcar la espectacular trayectoria de la actriz francesa con tan poco espacio es prácticamente imposible. Demostrando un espectacular registro interpretativo, Catherine Deneuve es, por derecho propio y más allá de polémicas sobre su forma de pensar, uno de los mitos del séptimo arte. Género: Drama. Clase: Histórico-costumbrista. Subclase: peligro: ¡Súper-producción francesa! Los franceses tienen una extraordinaria capacidad para convertir lo sencillo en fatuo. Indochina es una película primorosamente ejecutada, lo tiene todo para ser un éxito: una historia retorcida de amor, tan del gusto de los franceses, paisajes exóticos, buena producción, ambientación exquisita, y actores extraordinarios... ¿Resultado? A la media hora comienzas a sorprenderte de las arrugas a la hermosa Catherine Deneuve. Personalmente, lo que más captó mi atención fue el extraordinario parecido, entre el comisario de policía del film CASABLANCA.. Es toda una obra para mitómanos. Pues advierto que la estelar aparición de la elegante diva francesa, Catherine Deneuve, es una garantía de éxito para este drama romántico. Recuerdo cuando salió a las carteleras allá por 1992, fue bastante sonado. Yo no he tenido ocasión de verlo hasta ahora, pero el gusanillo de la curiosidad y del prestigio que arrastra la película despierta siempre mi interés. Es un film centro vertebrados de un melodrama histórico acerca de las últimas décadas del dominio francés sobre la península de Indochina. En un relato con encomiables localizaciones (preciosas vistas de un Vietnam bien recreado en los años treinta-cuarenta), la saga de una madre adoptiva afincada en la Vietnam ocupada... Todo relatado en flashback. Eliane era una rica terrateniente con una hija vietnamita adoptada al morir los padres de la niña. Vivían felices en su plantación de caucho y Camille crecía. La poderosa hacendada tenía sus influencias en las esferas de poder y algún que otro pretendiente al que no hacía caso, o algún enamoramiento furtivo que acababa mal. De ese modo ella era la reina indiscutible de su territorio y su hija se educaba en las costumbres europeas, aunque sin olvidar sus raíces. Pero la situación en Indochina se tensaba como una pompa de jabón a punto de reventar. Los abusos de los ocupantes, que se lucraban con un tráfico humano denigrante, plantaban la semilla de la rebelión. El comunismo chino hizo el resto al extenderse entre los afrentados por el despotismo francés. Y en tal panorama en el que se olía el levantamiento popular, Eliane pasaría su calvario como madre mientras su ya adulta Camille partía para reunirse con su hombre amado, Jean-Baptiste, un oficial francés que tenía mucho que ver en el pasado de Eliane.
Con la revolución ya gestándose, cada uno va en busca de su lugar y de lo que le depara un destino por descubrir, padeciendo grandes peligros y sufrimientos. Y ella, la bella francesa, esperando siempre con el corazón en un puño. Reflejo del declive y caída de una era que marcó hondamente a la nación gala y a los países indochinos, se saca una conclusión: que el corazón no tiene patria, ni entiende del color de la piel. Su única patria es el amor. Y su color es el de la sangre. Es una película extraordinaria. Las interpretaciones, especialmente las de Catherine Deneuve y Vincent Pérez, son fantásticas. La banda sonora, la fotografía... todo contribuye a convertir la película, en deliciosa. Pero más aún que estos elementos, me llamó la atención el tratamiento que hace de la condición humana, especialmente de la soberbia y el amor. !Qué difícil combinación! El film cuenta, tal vez, con una de las escenas de amor más hermosas del cine de las últimas décadas. Recomiendo a cuantos no la han visto, que se fijen en la expresividad de los actores, en la emotividad de la escena del embarcadero. Extraordinaria. Es una película que me dejo sorprendido sobre todo por la fotografía, las actuaciones de Catherine Deneuve que son de gran impacto y la dirección de Régis Wargnier es magistral, los premios de este film son merecidos, ampliamente recomendable. Es una digna e interesante película francesa con diseño de gran producción, donde los galos aceptan su mea culpa autocrítica sobre su pasado colonial al tiempo que el amor y la condición humana pasan ante los ojos del espectador. Fantástica Deneuve, aún muy bella en el 92, que es capaz de llenar por sí misma la pantalla haciendo olvidar los estupendos paisajes, la dirección artística cuidadísima o la preciosa fotografía. Los últimos años de la colonia francesa se van sucediendo, casi por intuición a veces, a medida que el melodrama desarrollado por los personajes principales avanza. Personajes que a su vez reflejan la poliédrica realidad de la zona, con franceses que se creen asiáticos, otros que detestan Asia, asiáticos franceses y afrancesados, comunistas y nacionalistas, intelectuales formados en la metrópoli y pueblo llano explotado y al borde de la explosión, burócratas y ejército franceses, colaboracionistas indochinos...
Aunque por momentos y por metraje la película puede resultar larga, hay que reconocerle la capacidad de contar una historia y un melodrama que nos posiciona y no nos deja incólumes. Si además nos acercamos un tanto a un importante momento histórico. Despliegue de medios y ambientación muy lograda, si bien le falta en este apartado el virtuosismo de lo que se ama, en este caso, mi querido colonialismo, para una superproducción gala que se llevó el Oscar a la Mejor película de habla no inglesa, además de otras muchas nominaciones y premios a los BAFTA, César, Globos de Oro, Goya... Desde luego la película tiene ingredientes que la hacen apetecible, desde una historia de amor a tres bandas, hasta las luchas políticas en la Indochina de los años 30 pasando por los actores o los aspectos técnicos, como por ejemplo, la fotografía. Ahora bien, el guión cocinado entre cuatro y con tantos implicados, no posee la soltura, ni la intensidad que algo tan sobresaliente pide.
Claro que también puede ser que el ritmo que toma la obra de Régis Wargnier resulte una historia fea, sino que le hace publicidad al comunismo, cosa que aunque cinematográficamente no es ni buena ni mala si nos decantamos por el elogio y casi necesariamente tenemos que recurrir a la mentira. La mayor prueba de que las iniquidades francesas en este rincón del Sudeste asiático son falsas es que les permitieron rodar la película en Vietnam, cosa que no logró Oliver Stone en ninguna de sus episodios de su trilogía. Por cierto, la actriz oriental, Linh Dan Pham, se exilió en Francia con sus padres en 1975 huyendo precisamente del gobierno marxista que en la ficción apoya. Sólo añadiré, ¡Viva la Indochina Francesa!. Es un soberbio drama colonial que, como su título ya indica, nos sitúa en pleno clima de ebullición del sudeste asiático y cuando el dominio francés empezaba a quebrarse con un país que empezaba a partirse en dos. Francia llegaba a su fin en un tiempo de dominio fulgurante por parte de los terratenientes, funcionarios y militares establecidos allí desde un siglo atrás. Y unos años antes de que interrumpieran los norteamericanos con la más triste de sus guerras, ya se fraguaba un conflicto entre intereses franceses y los rebeldes nativos. Dentro de este marco de calma tensa nos adentramos en la historia de Élaine y su hija adoptiva Camille.... Viven de una explotación de caucho propiedad familiar de Élaine que, desdichada en el amor atiende por formalidad las peticiones del comisario Guy, a la vez que es seducida por Jean-Baptiste, un oficial de la marina.
Director y guionista de otras películas como “Los amores de una mujer francesa” (Une femme française, y “La Vida prometida”. Régis Wargnier elaboró un fresco romántico ambientado en la lejana francia colonial y presentadas como un paraíso a punto de perderse por las agitaciones sociales que acabarían desembocando en una guerra que el director de “La femme de ma vie” pasa por alto, más involucrado en escenificar una historia de pasiones y desengaños en uno de los lugares más exóticos de la Tierra. La triunfadora en el séptimo arte del año 1992. La película que se pudo llevar casi todos los premios a los que optaba mundialmente. La película que encandiló. Recuerdo cuando vi esta película por primera vez en versión original y me sorprendió. Luego la he visto muchas más veces y sigue gustándome. "Indochina" cuenta con escenas con un ritmo muy lento, lo que hace que en algunas ocasiones resulte un poco larga. Aunque cuenta con otras que impactan en el espectador debido a su intensidad de narración. Pero su historia vibrante, su banda sonora única y los paisajes de Vietnam que son de ensueño, hacen de esta película una pequeña obra de arte, un bombón que se debe ver con cierto cuidado. Es una película que como buen guión francés cuenta con ritmo Su historia está narrada de un modo intimista que en algunas ocasiones se hace asfixiante. Pero la pasión con que está descrita la historia hace que ahonde en uno y se disfrute. Uno puede deleitarse con las formidables interpretaciones de Catherine Deneuve y de Vincent Pérez. Ambos realizan un trabajo soberbio dando vida a dos personajes que viven la pasión de un modo particular. Una pasión por el amor y por Vietnam que resulta en algunos casos peligroso tanto para ellos como para quienes le rodean. Un film que está narrado con un encanto peculiar. Las escenas rodadas en al bahía de Halong hipnotizan al espectador, y solamente queda perderse en el triángulo de amor que se vive en ese país que está escribiendo una de las páginas más importantes de su historia. Una película casi documental que nos muestra la indochina Francesa anterior a la guerra. Sus esplendidos escenarios nos acercan a ese mundo exótico y desconocido. Para el guión se estrujaron los sesos, Catherine Cohen, Louis Gardel, Erik Orsenna y Régis Warnier. Y, consiguieron mostrar la transición hasta la independencia con Francia en los años cincuenta y tantos. Además consiguieron transformar a la mayor propietaria de plantaciones de caucho, en la mayor líder del movimiento comunista. Indochina es una de esas joyas cinematográficas que de vez en cuando el séptimo arte tiene el gusto de regalarnos. Tras un reciente viaje al país que tiene como sinónimo el nombre del antiguo reino de Nanyue, mi curiosidad cinéfila me incito a redescubrir este film ya visto por mi hace años. La obra dirigida por Wargnier, es un reflejo amargo de la colonización francesa en el sudeste asiático a principios del siglo XX y el nacimiento del partido comunista, que llevaría a Vietnam a conseguir la independencia del dominio francés en 1954. De la mano de los personajes nos presenta en su tercer film un triángulo amoroso como telón de fondo. y más tarde por los Estados Unidos, en la también conocida como Segunda Guerra de Indochina. Independientemente del mérito del film y de la satisfacción de contemplar una obra de calidad, Indochina me ha trasmitido cómo la determinación de un pueblo por conseguir su libertad puede derribar a poderosos imperios coloniales fuertemente asentados, y también cómo el rancio abolengo puede convivir e integrarse en el entorno del país colonizado. Debido a su condición climática, en esta zona del sudeste asiático se daban los requisitos para la plantación de heveas y guayules, productoras de caucho, que en el caso de Eliane es la base de su enorme plantación, representando la tradición francesa nacida en Asía: se siente francesa sin haber pisado Francia, pero también ama la colonia que la vio nacer. Quiere a Camille, su hija adoptada, como si fuese suya.
Tras oír los testimonios de los propios vietnamitas, advierto el daño infligido a este pueblo, humilde y trabajador, donde la metrópoli sólo esquilmo su colonia, sin aportar nada al país salvo la línea férrea que lo recorre de norte a sur. “Tras más de un siglo de conquista, nadie habla francés en Vietnam”, Los vietnamitas, considero que quieren olvidar más que perdonar, y es que es muy difícil perdonar todo por lo que han pasado. La Bahía de Ha Long, también conocida como la Bahía del dragón de los cielos o dragón descendente, tiene una importancia especial en Indochina. Cuentan las antiguas tradiciones que el Emperador de Jade mando a una familia de dragones celestiales para defender sus dominios de las invasiones chinas. Los dragones escupían joyas y jade con lo que lograron hundir las embarcaciones invasoras; las joyas se convirtieron en las islas e islotes de la bahía. Es en este entorno donde la película alcanza su mayor ritmo y tensión dramática, en la Isla del Dragón y en el laberinto de la bahía, un universo de pitones rocosos en el que la naturaleza se alía con dos de los protagonistas. Nada hay más gratificante que un baño en estas cálidas aguas.
No es imprescindible haber visitado Vietnam para apreciar y disfrutar al máximo esta extraordinaria película, Indochina es un film altamente recomendable, al igual que Vietnam, un país que da al visitante una perenne e indisoluble satisfacción. Romance epopéyico que responde al clásico esquema de “la historia de amor en tiempos revueltos”, pero en este caso los tiempos revueltos corresponden al proceso descolonización de Indochina, el actual Vietnam. Indochina es una película de culto y más....Es un film aceptable de reconstitución Histórica, dando la medida aproximada de lo que debió ser el desmantelamiento del Imperio colonial francés.
En cambio, como filme es una película que donde hago hincapié y atención es en la madura belleza de Catherine Deneuve....IMPRESIONANTE.
Premios César
César a la mejor película
César al mejor director - Régis Wagner.
César a la mejor actriz revelación - Lihn Dan Pahm.
César al mejor actor secundario - Jean Yanne.
César a la mejor música escrita para una película - Patrick Doyle.
César al mejor montaje - Geneviève Winding.
César al mejor vestuario - Pierre-Yves Gayraud, Gabriella Pescucci.
César a la mejor actriz - Catherine Deneuve.
César a la mejor actriz secundaria - Dominique Blanc.
César a la mejor fotografía - François Catonné.
César al mejor sonido - Dominique Hennequin, Guillaume Sciama.
César al mejor decorado - Jacques Bufnoir.
Premios Óscar
Oscar a la mejor actriz - Catherine Deneuve.
Óscar a la mejor película de habla no inglesa.