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TONY CURTIS

 

Cientos de actores llamaba insistentes a su puerta

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tony Curtis  fue un actor estadounidense. Célebre por su físico de galán y su acento típicamente neoyorquino..pero acabó demostrando su talento en filmes de la talla de Chantaje en Broadway (The Sweet Smell of Success) con Burt Lancaster y en su papel de un prófugo encadenado a Sidney Poitier en Fugitivos (The Defiant Ones) que le valió una nominación a los Óscar. Su historial incluye otros títulos tan recordados como Espartaco de Stanley Kubrick, Trapecio de Carol Reed, Los vikingos y El estrangulador de Boston, Operación Pacífico, El último magnate de Elia Kazan, El espejo roto de Guy Hamilton y La semilla del diablo de Roman Polanski (donde solo puso su voz). Nació el 3 de junio de 1925, en el Hospital de la Quinta Avenida esquina con la 105 Este en Manhattan, y era el primer de los tres hijos fruto del matrimonio entre Helen (apellido de soltera Klein) y Emanuel Schwartz. Algunas biografías aseguran que nació en el Bronx, probablemente debido a los continuos traslados de la familia durante esa época, pero el actor lo aclaró en una entrevista de televisión. Sus padres eran emigrantes húngaros provenientes de Checoslovaquia y Hungría: su padre nació en Ópályi, cerca de Mátészalka, y su madre era nativa de Nagymihály (ahora Michalovce, Eslovaquia). Ella llegaría a Estados Unidos desde Válykó. Su primer idioma fue el húngaro, que habló hasta los seis años, cosa que pospuso su entrada en el colegio. Su padre era sastre y la familia vivía en la parte trasera de la tienda: sus padres en un rincón y Curtis y sus hermanos Julius y Robert en otro. Su madre participó en el concurso de televisión You Bet Your Life el 9 de febrero de 1956, presentado por Groucho Marx. Su madre fue diagnosticada posteriormente de esquizofrenia, una enfermedad que también sufriría su hermano pequeño Robert. Cuando Curtis contaba con ocho años, su hermano Julius y él fueron llevados a un orfanato durante un mes porque sus padres no podían alimentarlos. Posteriormente, Julius sería atropellado por un camión y fallecería. Curtis se unió a una pandilla del vecindario, cuyos delitos principales fueron hurtos menores en tiendas locales. Cuando tenía once años, un vecino le salvó de que cayera en la delincuencia juvenil enviándolo a un campamento Boy Scout, donde pudo redirigir sus prioridades. Fue al Seward Park High School y, con 16 años, tuvo un papel en una representación escolar.

 

 

 

 

 

Curtis se alistó en el Ejército de los Estados Unidos después del ataque a Pearl Harbor. Inspirado en el personaje de Cary Grant en Destino Tokio y en Tyrone Power en Tiburones de acero, prestó servicio en la fuerza submarina del Pacífico, a bordo del Buque nodriza de submarinos USS Proteus hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. El 2 de septiembre de 1945, Curtis fue testigo del acto de rendición japonés en la Bahía de Tokio desde el puente del barco en el que estaba asignado. Después de ser licenciado, Curtis fue al City College de Nueva York y, posteriormente estudió en The New School de Greenwich Village bajo la tutela del director teatral Erwin Piscator. Entre los compañeros de su promoción se incluyen Elaine Stritch, Harry Belafonte, Walter Matthau, Beatrice Arthur y Rod Steiger. Mientras estudiaba, Curtis fue descubierto por Joyce Selznick, el cazatalentos, director de casting y sobrino del gran productor David O. Selznick. En 1948, Curtis llegaría a Hollywood a la edad de 23 años. En su autobiografía, Curtis describe como se encontró con Jack Warner en el avión a California y como tuvo un breve romance con Marilyn Monroe antes de que ambos fueran estrellas. Considerado uno de los actores más guapos de la historia, Tony Curtis hizo estragos entre las damiselas que pululaban entre el blanco y negro y el Technicolor. Su llegada a Hollywood en 1948 fue un sueño hecho realidad. "Tuve más acción que el Vesubio. Hombres y mujeres...", declaró años después, dejando entrever su bisexualidad.

 

Para no pasar hambre, tuvo el morro de contarle a la actriz Shelley Winters que conocía a una tía suya del Bronx, pero lejos de enfadarse ante semejante atrevimiento, le ofreció compartir un apartamento junto a Marlon Brando y le presentó a una entonces desconocida Marilyn Monroe con quien tuvo un primer desliz amoroso y que también intentaba abrirse camino en la industria. Poco después salió con Yvonne de Carlo. Joyce Selznick, la sobrina cazatalentos del productor David O. Selznick consiguió que la Universal le hiciera el típico contrato de la Golden Age de siete años de duración. Ironías del destino,  Curtis y Monroe protagonizaron junto a Jack Lemmon la comedia de Billy Wilder Con faldas y a lo loco. Durante el rodaje, el actor dejó embarazada a Marilyn, pero sufrió un aborto. Por aquel entonces, Curtis estaba casado con Janet Leigh y Marilyn, con el escritor Arthur Miller. Aquel rodaje fue una auténtica pesadilla para todos porque el mito rubio no solo llegaba siempre tarde, sino que desquiciaba al realizador que en una ocasión repitió una escena hasta 80 veces porque a la actriz se le olvidaba la única frase que tenía que decir. Gracias al marido de Sara Montiel, el director Anthony Mann, Curtis y su idolatrado Rock Hudson consiguieron que Hollywood les empezara a hacer caso tras rodar Winchester 73 . Sus mejores décadas fueron los 50 y los 60 con los grandes clásicos Trapecio (1956), Los vikingos (1958), Espartaco (1960), La carrera del siglo (1965) o El estrangulador de Boston (1968). Aún hoy en día colea la famosa escena homoerótica que llegó a censurarse de Espartaco donde Laurence Olivier y Tony Curtis  están en el baño y el amo le pregunta si le gustan las ostras o los caracoles, un eufemismo para saber si le gustaban los hombres o las mujeres.

 

 

 

 

 

 

Curtis estaba en la cúspide de su carrera y Jack Lemmon, Burt Lancaster y Cary Grant le hicieron sentir que pertenecía a la elite de Hollywood. Y él supo responder con la misma moneda en Fugitivos (1958), cuando obligó a los productores a poner el nombre de Sidney Poitier  junto al suyo antes del título de la película. Todo un logro porque en la meca del cine aún existía el antisemitismo, el racismo y el odio a la homosexualidad. Su gran atractivo físico provocó que las revistas para fans se obsesionaran con su vida privada y que Elvis Presley copiara su estilo de peinado. Su matrimonio con Janet Leigh, protagonista del famoso grito de Psicosis (1960), con quien tuvo dos hijas, Kelly y Jamie Lee, fue la comidilla de todo Hollywood. Se conocieron en una fiesta de la RKO ante la atenta mirada de su amiga Debbie Reynolds, que llegó a comentar: "Tony era todo un macho, impresionante, con unos hermosos ojos azules y un ego lleno de esteroides. La química entre ellos fue como si se triplicaran los fuegos artificiales del 4 de julio". Entre 1951 y 1962, los Curtis-Leigh fueron la pareja más fotografiada y deseada del momento, hasta que Elizabeth Taylor y Richard Burton les sustituyeron tras su escandaloso romance en Cleopatra. Adicto al matrimonio, se casó otras cinco veces más.

 

Las elegidas fueron Christine Kaufmann, menor de edad y con quien también le fue infiel a Leigh), Leslie Allen, Andrea Savio, Lisa Deutsch y Jill Vandenberg, una explosiva rubia que parecía recién salida de las páginas de Playboy, 45 años más joven que el actor y la heredera universal de sus bienes, entre ellos, la mansión de Las Vegas de 10 millones de euros y una cuenta corriente con otros 45 millones de euros. Ese hecho provocó que la primogénita del actor, Kelly, impugnara el testamento, pero el tiro le salió por la culata. Con Christine tuvo dos hijas, Alexandra y Allegra y con Leslie dos varones, Nicolas -fallecido por sobredosis a los 24 años- y Benjamin. A partir de mediados de los 60 tuvo que aceptar papeles mediocres porque tenía que pasar una elevada manutención a sus hijos. Además, empezó a tener graves problemas con la cocaína, la heroína y el alcohol para amortiguar sus continuas depresiones, sus inseguridades y el miedo a envejecer. La revista XL Semanal entrevistó a Allegra a raíz de su biografía Mi padre y yo, donde confesó: "Fumaba cocaína y, cuando yo volvía del colegio, estaba tirado y amodorrado. Con 15 años, tuve que actuar como si fuera su madre". Todos aquellos desfases terminaron con su ingreso en la clínica de desintoxicación Betty Ford ya que estuvo a punto de morir a causa de una cirrosis hepática. A raíz de su delicada situación económica se mudó a Londres para rodar junto a Roger Moore la mítica serie Los persuasores. Poco a poco la actuación fue quedando en un segundo lugar para que floreciera otra vena artística con la pintura. Sus cuadros se cotizaban tan bien que el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York adquirió una de sus obras para su colección permanente. Aunque nunca ganó un Oscar, su nombre figura en letras de oro en la historia del cine. Atrás quedó una infancia marcada por la pobreza en las calles del Bronx, una madre abusiva y esquizofrénica que maltrataba a sus hijos, el antisemitismo del vecindario y su pertenencia a una banda de timadores de poca monta. A pesar de su juventud, supo que el cine era la perfecta válvula de escape y como dejó los estudios, no dudó en apuntarse al departamento de teatro

 

 

 

 

 

Verdaderamente fue «Con faldas y a lo loco». En el rodaje de esa película, en 1958, Marilyn Monroe y Tony Curtis tuvieron una relación amorosa y, según revela ahora el actor, en ella concibieron un hijo que no llegó a nacer. La rubia de Hollywwod perdió el bebé poco después de anunciar su embarazo, entre sollozos, a su marido, Arthur Miller, y a Curtis, a quienes reunió en la misma habitación.

 



«Yo estaba aturdido. Simplemente me quedé ahí petrificado. Se hizo el silencio en la habitación y podía oír el ruido de las ruedas de los coches chirriando en el bulevar de Santa Mónica», escribe Curtis en un nuevo libro de memorias, que aparecerá en octubre en Estados Unidos, de acuerdo con lo publicado ayer en el «Daily Mail» británico.

 



El que fue prototipo de galán cinematográfico siempre ha aireado su relación con Marilyn. No está claro si hay más fantasía que realidad en lo que cuenta, y además en el caso del embarazo que ahora desvela no hay a lo que aplicar la prueba del ADN. Miller negó esa paternidad, según explica Curtis en las nuevas memorias, centradas en el rodaje de «Con faldas y a lo loco» y tituladas con el título que en inglés tuvo la película: «The Making of Some Like It Hot». El autor teatral alegó haber consultado al médico de su esposa y que éste le dijo que no había posibilidad de que Curtis fuera el padre. Pero a sus 84 años de edad, insiste en su conquista.



«Cuando estaba en la cama con Marilyn», escribe, «nunca estuve seguro —antes, durante o después— de dónde estaba su mente. Era una actriz. Podía interpretar su papel. Podía hacer el rol que creía que el hombre deseaba. Nunca pedí más».

 

 

 

 

 

 La única queja que alguna vez ha expresado quien precisamente en 1958 había ganado un Óscar, por su papel en «Fugitivos», es que besar a Marilyn era como besar a Hitler. Luego corregiría la apreciación, por ser demasiado «grosera», y precisando que la expresión la había utilizado en un intercambio de bromas con el equipo de rodaje de «Con faldas y a lo loco», filme aclamado como una de las mejores comedias jamás realizadas. La relación entre ambos comenzó en 1950 y siguió luego con altibajos que fueron desactivándola. El rodaje de «Con faldas y a lo loco», dirigido por Billy Wilder y que compartieron con Jack Lemmon, supuso el escenario del reencuentro. Quizás haya que atribuir a ese «affair» el hecho de que Marilyn tuvo serios problemas para recordar el texto de su papel de Sugar, lo que obligó a colocar las frases en distintos lugares del estudio. «Una Eva y dos Adanes» fue la traducción en Hispanoamérica de «Some Like It Hot», pero estaba claro que a Eva le sobró con un Adán, a tenor de lo explicado por Curtis. Jack Lemmon, más centrado en su trabajo, fue nominado al Óscar como mejor actor, aunque el galardón fue por el vestuario. La gestación del bebé fue una sorpresa para el supuesto padre. Cuando fue anunciada a Curtis y a Miller al mismo tiempo, éste fue tajante. «Acaba la película y sal de nuestras vidas», le espetó. «Le miré un momento», cuentan las memorias, «y entonces le miré a ella. Estaba llorando. Vale, dije, eso lo puedo hacer. Me di la vuelta y me marché. Me fui a mi camerino, cerré la puerta y le pasé la llave».

Acabado el filme no volvieron a verse y más tarde se enteraría de que Marilyn tuvo un aborto, aunque la actriz había querido tener el bebé en todo momento. Curtis, casado en estos momentos con su quinta esposa, Jill Vandenberg, con la que contrajo matrimonio en 1998, ha sido chismoso sobre su relación fuera de la luz de las cámaras con la deseada actriz, especialmente en los libros cuya redacción ha compaginado con su dedicación a la pintura. En su autobiografía de 1993 aseguró que durante los fines de semana se la llevaba a la casa que en la playa de Malibú, en California, les prestaba el actor Howard Duff.

 

 

En 1958, Kirk Douglas, a la sazón también productor del futuro proyecto, llamó a Curtis y a su esposa Janet Leigh para encabezar junto a Douglas el reparto de Los vikingos (The Vikings). La película se convirtió en uno de los mayores éxitos a nivel mundial. Después de ello, la filmografía de Curtis siguió con otros proyectos como Cenizas bajo el sol (Kings Go Forth) con Frank Sinatra y Natalie Wood. El año se cerraba con otro éxito de taquilla de la mano de Fugitivos (The Defiant Ones), junto a Sidney Poitier y cuya interpretación le valió su primera y única nominación a los Óscar al mejor Actor. En esta película, Curtis exigió que el nombre de su compañero y amigo Poitier apareciera junto a él encabezando el reparto. Una decisión muy controvertida en un momento donde la segregación racial en Estados Unidos aún era la nota dominante. Curtis y Janet Leigh volvieron a compartir pantalla en la comedia de Blake Edwards para Universal, Vacaciones sin novia. El siguiente año sería crucial para hacer entrar a Curtis en la eternidad. Junto a Jack Lemmon y Marilyn Monroe filmó el clásico de Billy Wilder Con faldas y a lo loco (Some Like It Hot). Una película que se convirtió tanto en éxito de taquilla como un clásico del cine. Igualmente popular sería la comedia bélica Operación Pacífico (Operation Petticoat) (1959), donde se volvió a poner a las órdenes de Blake Edwards y con Cary Grant como compañero de reparto. Curtis y Leigh volvieron a trabajar juntos en ¿Quién era esa chica?, una comedia junto a Dean Martin y, a esta, le siguió otra comedia Perdidos en la gran ciudad (The Rat Race) esta vez con Debbie Reynolds. Pero 1960 se cerraría con otro de sus personajes icónicos. Kirk Douglas lo volvió a llamar para ofrecerle uno de los papeles principales de la superproducción Espartaco (Spartacus) (1960), un papel que le valió una nominación a los Globos de Oro. Su trayectoria siguió en 1961 con dos biopics: El gran impostor, dirigida por Robert Mulligan, interpretando a Ferdinand Waldo Demara; y El sexto héroe (The Outsider) (1961), en la que encarna al héroe de guerra Ira Hayes. Volvería a las películas épicas con Taras Bulba, compartiendo el reparto con Yul Brynner y Christine Kaufmann, que se convertiría en su segunda esposa. El 6 de octubre de 1961, Curtis creaba una nueva productora, Curtis Enterprises Incorporated. La compañía produciría Soltero en apuros (40 Pounds of Trouble), protagonizada por él mismo junto a Suzanne Pleshette y Phil Silvers y pasó a la historia por ser la primera película rodada en Disneyland. El 3 de agosto de 1962, Curtis creaba otra productoraː la Reynard Productions Incorporated. Se estaba convirtiendo en un productor multimillonario y cientos de actores llamaba insistentes a su puerta y algunos fueron sus amantes.. como por ejemplo Cary Grant

 

 

 

 

 

Los últimos años de la vida interpretativa siguieron siendo muy comunes, acuciado por sus problemas económicos por sus múltiples divorcios. Fue uno de los villanos en El conde de Monte Cristo (1975) y tuvo un papel protagónico en el film de gánsteres Lepke (1975). Curtis siguió ligado al mundo de la televisión. También figuró en el amplio reparto de El último magnate (The Last Tycoon) y participó en la comedia italiana Casanova y compañía (Casanova & Co.). Posteriormente, Curtis volvió a la televisión como propietario del casino en la serie de ABC Vega$   y fue una estrella más en el reparto de El espejo roto (The Mirror Crack'd) (1980). Para ABC, fue el protagonista de 1978 hasta 1981 en la serie producción de Aaron Spelling, Vega$, donde encarna al propietario del Las Vegas Desert Inn Philip (Slick) Roth. Después Curtis siguió apareciendo como estrella invitada hasta mediados del 2000. Su última aparición en la pequeña pantalla sería en la serie documental retrospectiva "Hollywood Babylon" (en la que Curtis recuerda anécdotas de su carrera).

 

 

Dos años después, en 1984, Curtis se casaría por cuarta vez con la actriz Andrea Savio y se divorciaron en 1992. Su quinta esposa sería la abogada Lisa Deutsch con la que se casó el 28 de febrero de 1993 y que tan solo duraría un año. Su sexta y última esposa sería Jill Vandenberg, 45 años más joven que él. Se conocieron en un restaurante en 1993 y se casaron el 6 de noviembre de 1998. El actor diríaː

 

    La diferencia de edad no nos molesta. Nos reímos mucho. Mi cuerpo está funcionando y todo está bien. Es la mujer más sexy que he conocido. No pensamos en el tiempo. Tampoco uso Viagra. Hay 50 maneras de complacer a tu amante."

 

 

 

A principios de 1990, Curtis y su hija Jamie Lee Curtis tomaron un renovado interés en la herencia judía húngara de su familia, y ayudaron a financiar la reconstrucción de la Gran Sinagoga en Budapest, Hungría. La sinagoga más grande de Europa hoy en día fue construida originalmente en 1859 y sufrió daños durante la Segunda Guerra Mundial. En 1998, fundó la Emanuel Foundation para la Cultura Húngara, y fue honrado como presidente honorario. La organización trabajó en la restauración y preservación de sinagogas y los más de 1.300 cementerios judíos en Hungría. También ayudó a promover la imagen nacional de Hungría en anuncios publicitarios. El 26 de abril de 1970, Curtis fue arrestado por posesión de marihuana en el Aeropouerto de Heathrow en Londres.

 

 

 

Durante el rodaje de The Persuaders! en 1971, Curtis desarrolló una reputación entre sus compañeros de reparto y el equipo como un fumador frecuente de marihuana.En 1974, Curtis desarrolló una fuerte adicción a la cocaína mientras estaba rodando Lepke, en un momento en que su estrellato había decaído considerablemente y le ofrecían pocos papeles en el cine. En 1984, Curtis fue ingresado al sufrir un avanzado estado de cirrosis como resultado de su adicción al alcohol y a la cocaína. Posteriormente ingresó a la Clínica Betty Ford y prometió superar sus diversas enfermedades.Se sometió a una cirugía de bypass cardíaco en 1994, después de sufrir un ataque al corazón. De hecho, la propia Jamie Lee Curtis recordaba cómo había ido a comprar heroína de la mano de su propio padre en alguna ocasión o su hermanastra Allegra comentó en una entrevistaː

 

    Fumaba cocaína y, cuando yo volvía del colegio, estaba tirado y amodorrado. Con 15 años, tuve que actuar como si fuera su madre.

 

Curtis murió en su casa de Las Vegas el 29 de septiembre de 2010 de un paro cardiorrespiratorio, agravado por su avanzada edad.​ Dos meses antes, había estado hospitalizado por problemas respiratorios y su salud era delicada, según informó su hija...

Jamie Lee Curtis. En una entrevista para Associated Press, dijo:

 

    Mi padre se va, dejando tras de sí un legado de grandes interpretaciones en el cine y en sus pinturas y ensamblajes artísticos. Deja atrás a sus hijos y sus familias, que lo amaron y lo respetaron, y una esposa y suegros que se dedicaron a él. También deja atrás fans por todo el mundo. Le echaremos mucho de menos.

 

 

Cinco meses antes de su muerte, reescribió su testamento nombrando a todos sus hijos y desheredándolos intencionalmente sin explicación, y luego dejando todo su patrimonio a la que era su esposa en ese momentoː Jill Vandenberg.

 

La primogénita del actor, Kelly, impugnó el testamento, pero la justicia no le dio la razón.

 

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