ATRAPA A UN LADRÓN
Un ladrón debe volver a la acción para desenmascarar a otro que se está aprovechando de su identidad para cometer robos pues la policía lo persigue... Pese al arranque estimulante que plantea una intriga ambigua y un puzzle apetecible, "Atrapa un ladrón", resulta un juego divertido y ambiguo. El humor negro, la fina ironía y el impecable suspense de "Hitch" brotan con la fuerza prevista. Cabe hablar de un film entretenido, una buena película, pero eso en Hitchcock es decir poco o muy poco. Desde luego, el film forma parte de una antología del maestro. Cary Grant, ya mayor, se exhibe en bañador. Tostado por el sol. Con un cuerpo aún envidiable para su edad. Hitch decía que los papeles que hacía Grant no eran para Stewart y viceversa. Es verdad, Grant está soberbio, se mantiene a flote, lo da todo. Es su película, Grant debería haber hecho este papel, si o si.... El hándicap de su edad no tiene la menor importancia .O no, porque a pesar de ello Hitchcock es un maestro. De los grandes. Aquí el director se da el gusto de retratar con la cámara un paisaje hermoso, y lo combina con esa colección de planos picados que tanto le gustaba usar. Frances y John Robie ven juntos una noche de fuegos artificiales. Grace luce un collar de diamantes.... Y Hitchcock es un genio. Si con esa escena tenemos al Hitchcock más común, hay otra escena que destapa al más extraño.Grant se encuentra en el agua, sobre la plataforma una mujer joven, y a las espaldas de él, aparece la rubia Kelly. Podríamos decir que un director nada habituado a este juego sexual podría caer usando un diálogo torpe. Nada más lejano de la realidad. Alfred se disfraza de Lubitsch.
La amistad entre Grace y Cary duró muchos años, aún cuando ella había dejado el cine, el actor era la única persona que el príncipe Rainiero dejaba entrar en palacio. Cary sabia muchas cosas que sufrió Grace en palacio, la tenían como una cautiva, y bebía mucho. No me extraña que el accidente que le costó la v ida, tuviera que ver con todos estos acontecimientos. Hichcock, le ofreció un cheque en blanco para que la actriz protagonizase LOS PÁJAROS y MARNIE, LA LADRONA, pero Rainiero nunca dejó que volviera a Hollywood, y esa pena la llevó hasta sus últimos días. En las memorias Cary cuenta pormenores de todo ello, pero suavizado y censurado.
Vaya por delante que "Atrapa a un ladrón", dirigida por el maestro en 1955, es una de mis películas favoritas. Desde la primera vez que la ví, hace ya muchos años, ese alarde de buen gusto que el director hace a lo largo de toda la película me dejó petrificado...La belleza de los protagonistas, Cary Grant y Grace Kelly, la química que tienen, tras ver por enésima vez el film cada vez tengo más claro que Grace se debió casar con Grant y probablemente habría sido más feliz, los deliciosos paisajes mediterráneos de la Riviera Francesa, la banda sonora, que recuerda a veces a las que le hacía a Fellini el gran Nino Rota y ese ambiente decadente que se destila, hacen que el espectador pueda paladear la obra con la delectación con la que se paladea un buen vino. Si a todo eso le unimos la mano de Hitchcock mezclando los condimentos, un argumento brillante y envolvente y una fotografía no menos deliciosa, tenemos ante nosotros una película imprescindible. Inolvidables esos besos apasionados entre Kelly y Grant, que nos enseña lo sensual que puede llegar a ser una película pese a no tener ninguna escena de cama. Y qué decir de la magia del último baile de disfraces, que hubiera firmado el mejor Fellini. Esta es la última colaboración de Alfred Hitchcock con la actriz Grace Kelly y tercera de las cuatro colaboraciones de Hitchcock con Cary Grant. Escrito por John Michael Hayes, adapta la novela "To Catch A Thief",de David F. Dodge. Se rueda en Niza, Cannes y Villefranche-sur-Mer de la Riviera francesa y en los platós de Paramount Studios, con un presupuesto de 2,5 M dólares. Fué nominada a 3 Oscar, y ganó a la mejor fotografía en color.
Un antiguo ladrón de diamantes rehabilitado, John Robie, nacido en EEUU y residente en la Costa Azul, es el principal sospechoso de una serie de robos de joyas en hoteles y mansiones señoriales. También levanta sospechas Frances Stevens, una turista americana, de 25 años, hija de la acaudalada viuda Jessie, aficionada a lucir sus joyas. Frances es rica, caprichosa y apasionada. John es elegante y ordenado. La película combina comedia, romance, misterio, suspense y humor. Los diálogos contienen dobles sentidos y exageraciones, que divierten y entretienen. Realizador y actores buscan la naturalidad haciendo uso de la improvisación plena o parcial. El texto suma humor, sentido romántico y un punzante contenido erótico. En el film se dan cita algunas de las principales constantes del realizador: la protagonista joven y rubia, el falso culpable, el personaje corriente y de extracción humilde, los escenarios abiertos, los vestidos suntuosos y elegantes. No es como "Vértigo", "Psicosis", “La ventana indiscreta”, pero es una obra suntuosa y con pasajes deliciosos. Son escenas memorables el encuentro ante los fuegos artificiales, la conversación junto a la tabla flotante, la excursión en coche de Frances y John. Esta escena es recordada y homenajeada por Woody Allen en "Annie Hall".... Y es la primera de 5 cintas que Hitchcock rueda en vista visión.
La película plantea una reflexión sobre el peso del pasado, las inercias que lo acompañan y el carácter permanente de las marcas que deja impresas en las personas. El film traspira un aire melancólico y dramático, que contrasta con formas suaves, ligeras y elegantes. Nos referimos a las relaciones basadas en el engaño mutuo, el cambio de personalidad, los dobles juegos, los juegos de apariencias, las sugerencias sexuales, etc. El romance se ve impulsado por la sugestión erótica de la chica, que muestra, tras su aparente frialdad, una poderosa y potente carnalidad. El misterio mueve la investigación sobre la identidad de un ladrón. Los trazos de comedia limitan el alcance de la situaciones dramáticas. La presencia de Hitchcock en Francia facilita su contacto con los redactores de “Cahiers du cinema”, que le dedican un número monográfico. Grace conoce a Raniero III de Mónaco, con el que se casaría más adelante el 14-V-1956. Cuando acude a Cannes para presentar "La angustia de vivir", poco después de finalizar el rodaje de “Atrapa a un ladrón”. El paraje de la escena es el mismo en el que la actriz pierde la vida años más tarde, en extrañas circunstancias. La película combina perspectivas panorámicas amplias y espectaculares de la Riviera, primeros planos, planos picados, escenas vertiginosas y secuencias nocturnas de luz escasa y buena resolución. Dentro del brillante vestuario, destaca el vestido dorado del siglo XVIII que luce la protagonista al final. Son notables las combinaciones de planos que construyen escenas como la persecución de coches, el beso inicial de Frances a John, los fuegos artificiales.... Las interpretaciones de Kelly y Grant son convincentes, pese a la edad del actor, que tenia 50 años durante el rodaje. Esta es de las películas menos destacadas de Hitchcock pero no por ello despreciable. Cary Grant no parece el mismo de siempre, todo lo contrario que Grace... Ese momentazo en el hall del hotel en el que ella da muestra de todo el glamour que derrocha, con razón Rainiero en cuanto que la vió se quedó prendado de ella, o la escena de su habitación a oscuras.
Que gran director era Alfredo Hitchcock que a pesar de decir los críticos de que es una de sus obras menores, es una película notable. En ella podemos comprobar la sofisticación y belleza de Grace Kelly que junto a Cary Grant, uno de los actores más carismáticos de la historia son los protagonistas de esta entretenida historia que el gran maestro nos cuenta con gran acierto y brillantez. Que algunas escenas sean poco creíbles, vale... pero acostumbrados a lo que estamos hoy en día, está película rezuma originalidad y maestría. Y nada más que por ver en acción a esta pareja genial merece la pena pero es que además es una delicia ver esos paisajes maravillosos con una fotografía fantástica. Muy recomendable. A mí, a pesar de que los "críticos" se cebaron con ella, me entusiasma. Es fresca y divertida, y sí, algo absurda, pero de esa ligereza que sólo un grande puede lograr. Imaginemos un gran cocinero. Su plato más aclamado es la delicia de las delicias, sofisticado, sugerente, sabroso... lo tiene todo. No olvidemos que cuando este hombre se quite el delantal, vuelva a su casa y decida, por ejemplo, que está harto de platos refinados y que se hará un sándwich para cenar, probablemente se hará un buen sandwich; quiero decir, no perderá sus habilidades al vérselas con un plato menor. Eso es atrapa a un ladrón: una cena ligera hecha por uno de los mejores cocineros. Cuando veo películas como ésta, me doy cuenta de que, Alfred Hitchcock no era sólo un buen director sólo por haber dirigido algunas películas de historias y tramas rebuscadas o complicadas como "La soga", "Vértigo" o "Con la muerte en los talones", que siendo algo retorcidas, él las podía transformar en sencillas, sino que también fue un buen director por su capacidad de transformar una historia sencilla y simple, como creo que lo es esta "Atrapa a un ladrón", en una historia atrayente y singular, capaz de cautivarnos. Y ésa no es una tarea fácil, no señor. Creo que, donde muchos otros directores de su época hubieran convertido esta película en un film más, que con el tiempo hubiera ido cayendo en el olvido, sin mayor pena ni gloria, Hitchcock era incapaz de insuflar cierto frescor que hace que sus films puedan sobrevivir muy por encima de la media a otras muchas películas, porque no sólo sabe explicar una historia, sea sencilla o complicada, sino dotarla de vida. Y, naturalmente, en eso cuenta, también, la enorme capacidad que tuvo el director inglés por elegir a actores que, por sí mismos, ya eran capaces de dotar de vida propia a sus personajes. Y no dudo que, sin duda, Cary Grant y Grace Kelly fueron actores que deslumbraron. Así pues, tenemos aquí una película sencilla que, donde posiblemente por su sencillez e historia le hubiese puesto un sobresaliente, por la vida que le dieron su director y sus actores.
Toda la obra hitchcockiana oscila entre la comedia, el suspense y el melodrama, en este caso el maestro decantó la balanza hacia la comedia, no podía esperarse otra cosa en un cóctel que incluye a Cary Grant, la Costa Azul, una futura princesa y una trama de ladrones de guante blanco. Podríamos decir que “Atrapa a un Ladrón” es una obra en la brillante filmografía de Hitchcock, pero como casi todas sus obras, contiene numerosos detalles que la convierten en interesante y atractiva a los ojos de cualquier buen cinéfilo: unos magníficos paisajes de la costa francesa, por citar alguno de ellos. Por mucho que se anuncie una historia llena de misterios, peligros y robos, en realidad “Atrapa a un ladrón” juega la baza de la comedia romántica más desaforada y loca, un auténtico aluvión de diálogos de una brillantez mareante y unos personajes que enamoran desde la segunda, cuando no desde la primera, frase. Puede que lejos de VÉRTIGO, pero como obra de Hitchcock, es puro divertimento... o quizás un trabajo recaudatorio con el que conseguir crédito para posteriores caprichos, quien sabe cuál fue la verdadera motivación... ¡y que importa! "Atrapa un Ladrón" es una película realmente atrevida, juguetona y que contiene todos los ingredientes necesarios para ser una estupenda película: lujo a raudales, amor, adorables villanos, humor e ironía. En líneas generales, la película es un producto perfecto para el lucimiento de Grant, John Robie es un caballero con pasado misterioso, hace gala de un humor deliciosamente irónico y es tan apetecible para las madres solteras, para hijos e hijas. En teoría tiene 35 años, aunque Grant ya había cumplido los 50, pero su atractivo es feroz y esa diferencia de edad no nos impide disfrutar de su juego de seducción con Kelly, y ellos, sabiendo que son el centro de la función, nos deleitan con unas interpretaciones de lujo, en primer lugar ese truhán encantador, todo un regalo para un actor que ya había decidido abandonar el cine pero que al leer este guión decidió posponer su marcha y a su lado una bellísima Grace Kelly, obsesionado con la idea de que nada puede resultar más atractivo para un hombre que una mujer fría cayendo en las redes de la pasión, Hitchcock nos muestra a una Grace Kelly con unos imponentes planos de perfil que la hacen parecer una estatua de gran belleza, hierática e inalcanzable. Por último los secundarios John Williams y Jessie Royce Landis están fantásticos, el primero como un estirado agente de seguros que protagoniza junto a Grant uno de los más geniales diálogos de la película, aquel en el que el gran Robie le explica que no solo roban los llamados ladrones, y la segunda, en su papel de madre metomentodo tan adorable como mordaz. Por cierto, Hitchcock deseaba fervientemente un falso final feliz, de ahí que la secuencia alrededor del árbol entre Grant y Kelly concluya con una amenaza más peligrosa que la de cualquier villano, la de la suegra viviendo con ellos, atención a la mirada del actor. Película cuyo mayor acierto es la estética glamurosa y sofisticada de unos personajes residentes en la Côte d'Azur. Conforman, así pues, una interesante y variopinta colección de individuos de la jet set marcándose muy bien sus distintas personalidades así como anhelos y deseos.
Si uno de los temas que vertebran la comedia clásica es la sospecha, en sus múltiples variantes, y su influencia sobre la relación de una pareja, “Atrapa a un ladrón” debería ser admitido como un film modélico, dentro del género. Apoyado en las constantes habituales en el mundo de Hitchcock, desde la idea del tiempo suspendido hasta la del falso culpable, expuestos quizá, con menor densidad que en otras ocasiones, pero no por ello menos presentes, pues la sospecha es el motor de esta brillante comedia ambientada en la Costa Azul. La policía sospecha que John Robie, ladrón de joyas antes de retirarse a la Riviera francesa, y es el autor de los robos que se están cometiendo en esos parajes, Frances hija de la millonaria a la que han robado las joyas, también le achaca la responsabilidad. En esta película hay espacio para la sospecha y para sus compañeros de viaje, el recelo, la mentira y las frases de doble sentido. Por ejemplo en la comida en el coche, Frances: ¿qué prefieres, muslo o pechuga?, y la no menos impertinente respuesta de John: “lo que tú me des”, así como otras insinuaciones sexuales, como los fuegos artificiales. El propio Hichcock le confesaba a Truffaut en su célebre libro-entrevista, con su sentido del humor y su habitual cinismo, su teoría de la “sexualidad indirecta” de las bellezas glaciales, preferentemente nórdicas, que no llevan inscrito el sexo en sus formas corporales de modo ostentoso (Marilyn o Bardot), según él, el sexo no debe ostentarse. Contra todo pronóstico, y sin haberse cruzado apenas dos palabras, la elegante y gélida rubia se despide del maduro galán con un beso en la boca completamente inesperado en la puerta de la habitación. El sexo elíptico es de lo más interesante de la cinta, siempre es mejor insinuar que mostrar. El cineasta la definió como “comedia nostálgica”. Y en cierto modo así es, o al menos así puede verse hoy. Parece como arrancada de las páginas de aquel mítico “París Match”, revista de los años cincuenta, que no tardaría en convertirse en el observatorio mayor de las evoluciones sentimentales de Grace Kelly con Rainiero, futuro marido, que conoció durante el rodaje. La reconstrucción de los ambientes franceses es magnífica, gracias a la fascinante fotografía de Robert Burks, la escena del mercado de flores o la fiesta de carnaval, en la que parece que nos trasladamos a un salón francés del dieciochesco. El constante hilo conductor es el humor, sutil y refinado.
Hitchcock se toma unas vacaciones para grabar los ligoteos de Cary Grant.... y una Grace Kelly glamurosa que demuestra que para interpretar un personaje de la high society, nada mejor que un intensivo entrenamiento desde la más tierna infancia. Ambos se persiguen y se encuentran en un filme que va de monarca que persigue a la emperatriz de las interpretaciones por los tejados de la Riviera bajo el improbable supuesto de que la muchacha sea una ladrona de alto standing. Entre medias quedó para la historia esta escena: Grace se acerca insinuantemente a Cary Grant con un pollo en la mano. Y con un gesto felino y sexy, le dice:
-"-¿MUSLO O PECHUGA?"-
Cómo en plan ¿qué prefieres? ¿hincarme el diente?. La proposición, te deja en shock porque no pega nada que una chica como Grace....A esto alguno le llamó "sutil doble sentido". Pero el pañuelo de lunares de Cary Grant ya nos ha dado una pista sobre sus más que probables preferencias sexuales: lástima que Hitchcock se contuviese para que el divo no soltase un:
-"PREFIERO ESPOLÓN, GRACIAS".-
De Alfred he oído muchas cosas, pero, si bien una me hizo reflexionar, es que el artista, se repite. Ciertos es, hay que decirlo, que sus películas de suspense repiten mucho la formula creada por él mismo, aunque tengo que opinar que si es su fórmula, y no hace películas de mala calidad no tiene tanta importancia. Grant y Kelly unidos rezuman una atracción en pantalla digna de sus talentos. La historia, en algunos puntos impresionante, y en otras hilarante, te hará disfrutar desde el primer minuto. La tensión de Alfred se respira constantemente, y sin duda os enganchará al sillón o sofá, elegid vuestra opción.
DISFRUTAD DEL ARTE DEL CINE
Atrapa a un ladrón de Alfred Hitchcock, es una maravillosa y entretenida cinta de intriga y romance. El que sea considerada por muchos una obra menor del genial director, solo pone de manifiesto el altísimo nivel cinematográfico que tenía el inigualable Alfred Hitchcock. Tiene un guión bien hilado, y un argumento con enganche, gracias a una inquietante trama, con partes que mantienen el suspense como una gran persecución de coches, muy conseguida para la época por los habituales movimientos de cámara y planos usados por el director, que sacan lo mejor de cada toma. La fotografía es inmejorable en cada plano, tanto de día como de noche, en interiores y exteriores, siendo rica en matices, bella y luminosa, cuidada al más mínimo detalle. Al igual que los vestuarios pulcros y elegantes, que dan mucho glamour a las escenas. Las actuaciones, carismática y correcta en el caso de Cary Grant, y encantadora y espléndida en el caso de Grace Kelly. Con diálogos ingeniosos y ocurrentes como suele ser habitual en las actuaciones del protagonista, seductor y brillante en todo momento. En conclusión, otra gran obra del incomparable Hitchcock, con grandes puestas en escenas que serán del agrado tanto del público más exigente, como del que busca películas bien dirigidas y mejor definidas si cabe. Totalmente recomendable.
Yo creo que Don Alfredo utilizó una historia en el fondo sencilla para demostrarnos lo gran cineasta que era. Es como siempre, no está hecha para todos los paladares. Si uno busca la típica historia de suspense y se ven quizá que no lo es, pero es tanto el buen hacer cinematográfico que tiene que los que se quedan en el "macguffin" o se ponen a buscar en que escena sale Hitchcok, son retorcidos y no saben lo injustos que son y por supuesto lo que pierden Es una película de vestuario, de la luz mediterránea, y fotografía realmente bella pero en todo momento; donde te sorprende y te embriaga, a mi me pasa en esta película. Solo por ver cuando sale Grace Kelly por el vestíbulo del hotel acompañada por Cary Grant y todo el mundo la mira, solo por eso ya vale la pena verla. La seducción que van teniendo nuestros personajes en el coche mientras les persigue la policía a través de esa carretera con acantilados y con un azul del mar increíble es digna de un maestro, y que gusto de pollito y cervecita que toman con Grace Kelly, incluido el beso, que está rodado...que uno llega a sentir lo que siente el protagonista al darlo, y eso solo lo hace un genio; la verdad que de los besos mas impresionantes que se han rodado en la historia del cine de Alfred son unos cuantos. Una película donde se eligieron los actores y que funcionaron naturales y perfectos, una película donde unos fuegos artificiales en una noche mediterránea te embriagan, y donde los claro oscuros de las escenas del tejado son magistrales, solo se puede hablar de obra maestra. Un Hitchcok es algo mas que "suspense", y que en sus películas hay en el fondo un ego maniaco con un enorme romanticismo de lo que al le gustaría ser y que en el fondo no lo era. Pedro Almodóvar que es tan bien un director de decoraciones, vestuario y maquillaje le deja don Alfredo a la altura del dedo meñique, con todos los respetos del mundo a Pedro del que soy un gran admirador. ¡¡¡Si!!!!, el director gordito sabía rebosar sensualidad y belleza y mostrarla con una luz para demostrar que el también sabía rodar muy bien el glamour por todos los lados. Un gozo total para aquellas personas que sepan apreciar y ver la belleza de unas imágenes rodadas con esmero, estudiadas y con mucho glamour.
La metro mantuvo a Grace en estado de suspensión, del que solo salió cuando Hitchcock volvió a requerirla para participar en una película con Cary Grant para la Paramount. Atrapa aun ladrón, era una comedia romántica y de enredo centrada en las andanzas de un ladrón y de una heredera de vacaciones en la Riviera francesa. Grace Kelly, que, lógicamente, se dejaba atrapar por el refinado escala-tejados. O al menos ésas eran las apariencias: la película contiene las escenas más eróticas que se haya rodado jamás a Grace, como aquella en la que decide seducir a Grant para que éste devuelva las joyas robadas a su madre, y le besa incansablemente mientras tras ellos el cielo se ilumina con fuegos artificiales. Dijo Hitchcock: “Fotografié a Grace impasible, fría, siempre de perfil, muy hermosa y muy glacial. Pero cuando circulaba por el pasillo del hotel y Grant la acompañaba hasta su cuarto, ¿Qué hace ella? Hunde directamente sus labios en los del hombre”. En el cenit de su fama, Grace fue invitada al festival de Cannes, siendo ella una de las máximas atracciones. El editor de la revista Paris-Match decidió hacerle un reportaje gráfico; como Grace no era del tipo de las que basaban sus reportajes en enseñar las piernas, se pensó en inventar un encuentro en palacio entre la “primera dama” de Hollywood y el príncipe de Mónaco. Rainiero era uno de los solteros más apetecidos de la aristocracia europea, las fotos causaron alboroto pero no para ellos. Lo que nadie se esperaba sucedió: en las navidades de 1.955, Grace estaba en Filadelfia para celebrar las fiestas en familia, cuando se presentó el mismísimo príncipe Rainiero, que venía a “conocerla mejor”. En menos de tres días la pareja estaba comprometida. Se da comienzo al romance.... con el final que todos conocemos.
No siempre fue Hitchcock el único que hacía los buenos negocios con las novelas que adquiría. En esta ocasión, fue el escritor californiano David Dodge, quien apenas había escrito su novela “To catch a thief”, sin publicarla todavía se la ofreció al director inglés, con tal suerte que éste se interesó en ella y le compró los derechos cinematográficos… y con el cuento de que la había vendido al gran Hitchcock, los editores se interesaron enseguida y la publicaron en 1952. Hitchcock la pondría en manos de John Michael Hayes para que hiciera el guión, y tres años después saldría la película que, tiene una gran factura, pero aunque de seguro atrapan al ladrón, a nosotros no consigue atraparnos como lo esperábamos. Estaba Cary Grant, quien ya había actuado para Hitchcock en “Notorious” y quien de nuevo se mostró dispuesto a lucirse como galán y comediante. Y a él le acompañaba nada menos que Grace, la adorable rubia que venía de protagonizar dos de los grandes éxitos de Hitch: “Dial M for murder” y “La ventana indiscreta”. Todo estaba dado para tener otra gran película, pero no siempre el tigre agarra al ciervo y, “ATRAPA A UN LADRÓN”, se queda en un film mas del genio del suspense, con un éxito, mas que merecido.
Hitchcock dirige con su habitual maestría esta curiosa intriga romántica ambientada en la Riviera Francesa. La trama no tiene la enjundia de otros títulos del maestro del suspense porque lo más importante en este caso es la historia de amor y desconfianza que hay entre sus dos protagonistas. La identidad del ladrón se desvela al final y durante toda la película el espectador se pregunta si Grant está implicado en los robos de joyas o no. La ambigüedad del personaje con esa personalidad cínica, hace que hasta el último momento nos quedemos con la duda. Con unos brillantes y afilados diálogos, un reparto de postín y una fotografía de quitarse el sombrero, la película es otro acierto más en la carrera del genial director británico que como suele ser habitual vuelve a hacer un cameo al comienzo del film. Película divertida de amor con algo de intriga criminal y según muchos aficionados y entendidos, una obra menor dentro de la filmografía de Hitchcock. La cinta ha pasado a la historia porque una de sus escenas se rodó justamente en la mismísima carretera donde la Kelly sufrió el fatal accidente automovilístico veintisiete años más tarde, siendo ya princesa del Mónaco. De hecho, toda la acción tiene lugar en la Costa Azul francesa. Film que nos introduce en las suntuosas ciudades de Cannes y Niza, donde cientos de millonarios del más variado plumaje venidos de todas partes del mundo, disfrutan de las playas, las pomposas fiestas y el juego en los casinos. La trama del film se centra en un verano en el cual se ha sucedido un rosario de robos.
No sé muy bien los motivos de Alfred Hitchcock para rodar este film que más que una película de intriga criminal, es como una encantadora y agradable comedia romántica, dado que los más significados momentos y el brillo del film acontecen al hilo de los intercambios y diálogos punzantes y amorosos. Lo cual que si estos momentos desaparecieran de la película, ésta quedaría en la cuarta parte de la mitad de lo que es. El guión de Michael Hayes es adaptación de la novela “To catch a thief” del escritor californiano David Dodge. El libreto está elaborado pensando sobre todo en los actores protagonistas, dejando al margen el tono de intriga o incertidumbre que habría sido de desear. O sea, suspense y excelentes coloquios, mitad amorosos mitad mordaces, entre él y ella. Y hay que quitarse el sombrero ante la magnífica fotografía de Robert Burks, que le hizo merecedor a un Oscar. Magnífico el vestuario y los modelos que luce Grace Kelly. Del reparto cabe decir algunas cosas curiosas. De una parte, que Grace Kelly volvió a ponerse a disposición de Hitchcok para gran alborozo del maestro del suspense que estaba enamorado de ella, amén de ser ésta un valor muy importante en su filmografía. De otra parte, otro icono de su cine, Cary Grant, persuadido por Hitchcock fichó para su nuevo proyecto, cuando pensaba jubilarse. Es una comedia en ebullición que destacan por su aluvión de parlamentos de una brillantez embriagadora, y los personajes sobrevolando por encima de las situaciones de peligro o emoción. Es una película aconsejable, Hitchcock siempre lo es, pero en este caso y a pesar de no ser uno de sus trabajos menos laudable, tiene escenas meritorias y un final realmente de sorpresa. Fantástica pareja, geniales diálogos, intriga, romance, gran fotografía y vestuario...Magnífico el duelo entre el encantador cinismo de Cary Grant y la sofisticación de Grace Kelly. Quizá el título aluda, además de a la trama en sí, a las intenciones de la protagonista femenina hacia el galán...También muy destacable la secundaria Jessie Royce Landis que borda el papel de madre rica con aire socarrón. La historia es ágil y entretenida, aunque quizá algo previsible el desenlace, lo que no desmerece la cinta. Diríase que está el espectador tan encantado con la belleza del paisaje y la distinción de los protagonistas que le da pena que termine el film. El segundo es más grave y se refiere al doblaje en español de la película. Las voces elegidas para los protagonistas no son las más idóneas y parecen de personas de más edad. Pero el remate viene cuando queda una media hora de película. En este momento cambian las voces (por cierto mucho más oportunas estas últimas) y así quedan ya hasta el final. Este detalle me parece una tomadura de pelo al espectador. Por lo demás, lo dicho: fantástica. Buena película, y un final predecible. Aún así, el maestro del suspense, está en buena forma, haciendo planos muy buenos... No podía fallar a su amada rubia.
He comprobado cómo dirige Hitchcock, después de descubrir su "Psicosis", he podido ver por primera vez a Cary Grant y a Grace Kelly juntos y me parece una interesante película con cosas a destacar. Cary Grant tenía 50 años cuando se rodó la película y sería su cuarta colaboración con el Maestro del suspense. Grant se había retirado de la actuación, la cual retomaría tras este trabajo. Grace Kelly ya había trabajado dos veces anteriormente con el director inglés y durante el rodaje de esta película en Niza conocería al que sería su marido, el príncipe Rainiero de Mónaco. Ella tenía tan sólo 24 años cuando se rodó. Precisamente, la diferencia de edad entre ambos actores es lo que asustaba a la productora, pero al final todo salió bastante bien, hay química entre ambos y Cary Grant estaba extraordinario. Grace está fantástica, simplemente no hay palabras para describir lo bella que era esta mujer y lo sorprendentemente buena actriz que era...Grant afirmaría que de todas las actrices con las que había trabajado, Kelly era la mejor. Por otra parte, los paisajes son maravillosos, sobre todo la pequeña localidad francesa de Villefrance, lugar que he tenido la suerte de conocer y que recomiendo totalmente de visitar. Es toda una ironía que Grace Kelly falleciera en el año 1982 justo en la carretera en la que se desarrolla una de las mejores escenas de la película, la vida a veces es imprevisible. En definitiva, una interesante película que merece la pena ver y disfrutar. Este proyecto vino inmediatamente después del éxito de "La Ventana Indiscreta", no sólo una de las obras más brillantes del inglés, sino de la Historia del cine. Fueron muchos los que temían que este nuevo largometraje no alcanzara el buen resultado que generó el anterior, tanto de crítica como de taquilla, pero lo cierto es que sí lo hizo. Esta vez Hitchcock lleva a la pantalla el guión basado en la novela de David F. Dodge, escrita a principios de la década.
En "Atrapa a un Ladrón" nos encontramos a un Hitchcock muy preocupado por entretener al público, al cargo de una película donde lo principal es la intriga, sí, pero con un sabor de pura comedia negra inglesa. El maestro desarrolla un historia llena de suspense, humor y romance a partes iguales en ambientes muy lujosos y pomposos, haciendo de ésta quizás su película más sofisticada y más agradable (si la comparamos con los más angustiantes títulos como "Extraños en un Tren", "Crimen Perfecto" y "La Ventana Indiscreta".
Es como todas las historias de este genio del suspense, una gran película.
Tiene una sofisticada y cuidada puesta en escena; manteniendo la intriga hasta el final.
Hitchcock va más allá y siempre añade un desenlace que sorprende.
ATRAPA A UN LADRÓN, DESPLIEGA UNA SERIE DE AFLUENTES QUE NOS LLEVAN A UNA DE LAS COSTAS MAS BELLAS DEL MUNDO